De acuerdo con cifras de la Secretaría Distrital de Seguridad, durante 2021 el uso de armas de fuego para la comisión de delitos como el hurto y el homicidio aumentó un 53,48 por ciento en la ciudad.
Teniendo en cuenta la cifra anterior, al finalizar el 2021 se reportaron 16.206 casos de agresión con armas de fuego, mientras que en 2020 la cifra fue de 10.559.
En cuanto a las cifras de homicidios, hubo un aumento de 36 casos, pues en 2020 se presentaron 618 víctimas; mientras que 2021 se registraron 654.
Por su parte, el Instituto de Medicina Legal reportó que en 2021 se presentaron 612 homicidios cometidos con armas de fuego, de los cuales 137 se dieron en medio de un atraco callejero.
¿De dónde provienen las armas?
Según una publicación del diario El Tiempo, que consultó al experto Néstor Rosanía, investigador y corresponsal de conflicto y director del Centro de Estudios en Seguridad y Paz, las armas con las que se comenten delitos en la capital son el resultado de toda una mecánica de negocio entre un mercado negro con el narcotráfico, en el que se intercambian armas por estupefacientes.
Asimismo, señaló que a pesar que en el imaginario de los colombianos sea complicado comprar un arma, estas se pueden tener un precio entre los 500.000 o 600.000 pesos.
“Ahora se venden armas modificadas que no son necesariamente de fuego, pero que tiene el mismo impacto al momento de causar daño”, agregó el experto al medio.
Ante el panorama, Andrés Nieto, analista en seguridad ciudadana, le indicó al rotativo que la compra de armas no solo se da a cambios de drogas, también se presenta una especie de alquiler
El experto detalló que en el mercado negro un arma real podría costar hasta 3 millones, pero tienen más acogida las armas hechizas, que son más baratas pero más peligrosas, porque son modificadas y nunca se sabe qué efecto tendrá el proyectil.