Según la secretaría de seguridad del Distrito, el fleteo ya suma 57mil casos en lo corrido del 2021. A pesar de las diferentes capturas que se han hecho en localidades como Barrios Unidos, Kennedy, Fontibón y Puente Aranda, este flagelo, sigue siendo uno de los mas repetidos en la capital.
Las estadísticas demuestran que, entre enero y julio del 2019 hubo 71.438 casos de fleteo en bogotá, mientras que en 2020, durante el mismo periodo y debido al confinamiento a causa del Covid-19, este delito bajó a 46.597 casos registrados. Durante el 2021, las cifras vuelven a poner en alerta a la ciudadanía y las autoridades con 56.703 casos entre enero y junio.
La página web de El Tiempo, publicó una trágica historia de un hombre que fue víctima de fleteo, la cual le dejó daños físico y psicológicos:
La tranquilidad de *Pedro, comerciante, se vio interrumpida el pasado sábado 10 de julio. “Yo estaba en el centro comercial Portal 80 almorzando con mi esposa y mis dos hijos pequeños. Sentí que alguien se me acercó mucho cuando pagaba el parqueadero, pero no presté mucha atención. De ahí salimos para nuestra casa, en el barrio La Serena”.
Cuando arribaron, la esposa de Pedro se bajó del carro a abrir la puerta del garaje, y mientras él entraba en reversa se dio cuenta de que dos hombres desconocidos tenían encañonada a su pareja. “Le decían que se quedara callada. Yo tenía una cadena de oro y 60 millones de pesos en mi chaqueta para hacer un negocio. Los había dejado dentro del carro y me disponía a sacarlos”. Eran ganancias producto de su labor como empresario.
Lo siguiente que escuchó fue el grito de su esposa. “Ella fue muy valiente, empujó al ladrón y salió a gritar a la calle. Allí la aborda otro tipo y le apunta con un arma en la cabeza. Le coge sus manos y ella se resiste también, forcejea y hace que pierda el control. Luego se esconde detrás de un carro”.
Mientras eso pasaba, un fletero le apunta con un arma a Pedro, le insiste en que le dé la cadena, luego le pregunta qué tiene dentro de su chaqueta y le ordena abrirla. “No tuve opción. Amenazó a mis hijos”.
Fueron momentos de pánico en los que toda la familia temió por sus vidas. Los hombres escaparon como culebras entre el trancón y a plena luz del día. “Luego salí en mi carro y traté de perseguirlos, pero era imposible”.
Frustrado al no poder hacer nada, Pedro comienza a ver las cámaras de seguridad de su casa, pero, justo, habían dejado de grabar. No pasó lo mismo con la de los vecinos de la cuadra.
Así supo que en el hurto participaron dos hombres que se movilizaban en motocicletas de alta gama, otro más en una Bigüi, y otros dos que conducían un carro rojo y un taxi. “Mejor dicho, son bandas peligrosas y completamente organizadas”. Los delincuentes estaban sincronizados para cualquier eventualidad.