Phishing, formjacking, ransomware, entro otras, son las tácticas que usan los ciber delincuentes para afectar su empresa. Aquí le contamos de qué se trata cada una.
Cada día se envían 6.400 millones de correos falsos en todo el mundo. Combatir las filtraciones de datos y las posibles vulneraciones de la privacidad se ha convertido también en uno de los desafíos más grandes de los últimos tiempos. Más de 1.946 millones de registros que contienen datos personales y otra información sensible fueron comprometidos entre enero del 2017 y marzo de 2018.
El 77 por ciento de las organizaciones, que en su mayoría manejan información de sus usuarios, aún no aplica las medidas necesarias para garantizar la seguridad informática. A continuación, las amenazas cibernéticas más comunes de la actualidad.
Phishing:
El phishing es una técnica de ingeniería social utilizada por los delincuentes para obtener información confidencial como nombres de usuario, contraseñas y detalles de tarjetas de crédito haciéndose pasar por una comunicación confiable y legítima.
El sector bancario sigue siendo uno de los principales blancos de los cibercriminales. No solo representa un objetivo obviamente lucrativo para los atacantes, sino que depende más de los datos.
Formjacking
El formjacking pasa por trasladar el concepto de cajero manipulado, al mundo virtual. Frente a la manipulación física de un cajero clásico, en el mundo on-line los ciberdelincuentes inyectan código malicioso en una tienda on-line para robar los detalles de las tarjetas de pago de los compradores.
Normalmente se realizan ataques a cadenas de abastecimiento y a terceros que sirven de proveedores para las compañías.
Ransomware
Colombia es el país con mayor porcentaje de detecciones de malware de tipo ramsomware el cual consiste en el secuestro de datos, por encima de México, Brasil y Perú.
Esta técnica impide a los usuarios acceder a su sistema o a sus archivos personales y exige el pago de un rescate para poder acceder de nuevo a ellos.
La Nube
Las bases de datos en la nube con poca seguridad siguen siendo el talón de Aquiles para las organizaciones. En 2018 se filtraron al menos 70 millones de registros almacenados en servicios de la nube generalmente como resultado de una configuración deficiente por parte del propietario.