Tras el evidente e inminente aumento de la inseguridad en Bogotá, se decidió aumentar la cantidad de policías en 1500 y crear comandos distribuidos en las zonas que presentan mayores índices de robos y homicidios en la capital del país ya que uno de los temas críticos es el déficit de policías en Bogotá.
Cifras como la incautación de 120,000 armas blancas, 720 armas de fuego y 630 armas traumáticas traen a colación la pregunta de por qué el gobierno no reglamenta el registro y porte de armas en Colombia? Sería interesante comenzar por allí.
El enfoque principal de este nuevo plan de ataque es reducir los asesinatos.
Las zonas críticas de la ciudad siguen siendo las mismas de siempre: Rafael Uribe Uribe, Los Mártires, Kennedy, Bosa, Ciudad Bolívar y Usaquén.
Los robos en el comercio en general y en Transmilenio también son temas de atención que reclama la ciudadanía e identificar las bandas criminales que reclutan venezolanos desesperados por recibir algo de dinero para sobrevivir(2470 venezolanos capturados en 2021 por hurto, tráfico de drogas y homicidio).
El mercado negro de armas sigue existiendo y es imposible controlar el cruce de criminales armados extranjeros por las fronteras terrestres.
Las autoridades descartan la eficacia de la medida de la restricción del parrillero en moto ya que cuando estuvo vigente no redujo las cifras de hurtos y homicidios.
Otro tema que es preocupante es que por más que la fuerza de la policía haga bien su trabajo y aumente las capturas de criminales, la mayoría no van a la cárcel y los procesos en la fiscalía son ineficientes. Estos delincuentes regresan con facilidad a las calles y siguen amenazando y afectando a la ciudadanía.
Entonces la pregunta final es; podemos aumentar la cantidad de policías a 5000, pero si los criminales no son sentenciados es un plan de ataque invalido y obsoleto?