Las credenciales digitales son un medio seguro y eficiente para verificar la identidad de una persona y permitirle el acceso a recursos digitales o físicos. Algunas de las ventajas y novedades de las credenciales digitales como control de acceso son las siguientes:
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Seguridad: Las credenciales digitales pueden estar protegidas por criptografía, lo que las hace mucho más seguras que las credenciales físicas, como las tarjetas de acceso o las contraseñas escritas en papel.
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Flexibilidad: Las credenciales digitales pueden ser emitidas y verificadas de forma remota, lo que las hace muy útiles para situaciones en las que no es posible o práctico emitir credenciales físicas.
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Portabilidad: Las credenciales digitales pueden ser almacenadas en un dispositivo móvil o en una billetera digital, lo que las hace muy convenientes para las personas que necesitan acceso a múltiples recursos digitales.
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Verificabilidad: Las credenciales digitales pueden ser verificadas por medio de la tecnología blockchain, lo que proporciona una forma segura de asegurarse de que la persona que presenta la credencial es la misma que la que la recibió originalmente.
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Autenticidad: Las credenciales digitales pueden incluir información adicional, como la fecha de emisión o la autoridad que las emitió, lo que permite una verificación más precisa de la autenticidad de la credencial.
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Interoperabilidad: Las credenciales digitales pueden ser compatibles con múltiples sistemas, lo que permite una mayor flexibilidad en la forma en que se utilizan.
En resumen, las credenciales digitales ofrecen numerosas ventajas sobre las credenciales físicas y son una opción cada vez más popular para el control de acceso en una amplia variedad de contextos, desde el acceso a recursos digitales hasta el acceso físico a edificios o vehículos.