A propósito de los reportes estatales de cierre de año 2014, sobre el crecimiento de la industria colombiana en el sector privado, hay un punto crítico que genera gran preocupación entre los grandes empresarios, y es que dicho incremento, no ha estado acompañado del suficiente desarrollo normativo en materia de seguridad, que garantice la prestación de un servicio óptimo y estandarizado por parte de las empresas de seguridad privada. Ante esta falencia los expertos en seguridad, invitan a los empresarios colombianos a tomar medidas de evaluación bien estructuradas, sobre su actual servicio de vigilancia; o al momento de elegir uno.
En la mayoría de los casos, los requisitos que se tienen en cuenta para hacer la selección son los certificados de no sanción, las referencias comerciales que validen su experiencia, los certificados de calidad en gestión de riesgos; y por supuesto, la Licencia de Funcionamiento que es el certificado de garantía que garantiza el cumplimiento de la normatividad vigente por parte de la empresa, normatividad que regula (entre otros), los actos administrativos y operativos que se desarrollan durante su funcionamiento. Esta licencia es emitida por la Superintendencia de Vigilancia y Seguridad Privada y es expedida con cierto periodo de validez; para renovarla, las empresas deben presentar documentos que confirmen el cumplimiento de sus obligaciones sociales y fiscales, un balance general del estado actual de la compañía (por cada área), así como el certificado de mantenimiento de su armamento. De estas emisiones, la Superintendencia lleva un registro histórico, que permite identificar la evolución legal y administrativa que ha tenido la empresa, así como el número de renovaciones y ampliaciones que se han hecho; evidenciando así el respeto que se tiene por la ley y la responsabilidad social.
Sin embargo esta documentación muestra aspectos legales y no de servicio o metodológicos, que son muy importantes para escoger la empresa de seguridad ideal para su compañía. Por esta razón se hace imperativo evaluar otro tipo de criterios, que relacionamos a continuación:
CRITERIOS ADMINISTRATIVOS
Para identificar beneficios y falencias que le puedan aportar a su compañía, la contratación del servicio de seguridad, es necesario fijarse si esta empresa tiene:
1. Cobertura geográfica, porque esta empresa debe estar en capacidad de reaccionar oportunamente en el lugar y la hora que el cliente lo requiera.
2. Cobertura de seguros, porqué sin importar el plan de gestión de riesgos con que se cuente, es difícil llegar al óptimo de “cero siniestros” y en caso de suscitación de alguno, la empresa contratante debe contar con una póliza de seguros que ofrezca el suficiente respaldo económico. Esta debe amparar el incumplimiento del contrato, el pago de multas y demás sanciones que se impongan, el pago de salarios, prestaciones sociales e indemnizaciones laborales. Además la empresa contratada debe contar con otra póliza aparte por responsabilidad civil extracontractual, que cubra la utilización indebida de armas de fuego; y si el servicio incluye medios caninos, debe existir una póliza adicional que ampare los daños y perjuicios que pueda ocasionar el perro por comportamiento anormal.
3. Un Análisis Administrativo y Financiero, que debe incluir también el estado del área fiscal y de seguros; donde se evidencie la suficiente liquidez y capacidad de endeudamiento, para asumir los compromisos adquiridos con sus clientes, proveedores y empleados.
4. Equilibrio Organizacional y Confiabilidad, porque debe existir equivalencia entre el tamaño de la empresa a proteger y el tamaño de la empresa de seguridad. De esta forma los esquemas de seguridad que se implementen, contarán con la administración precisa y correcta discreción.
CRITERIOS OPERACIONALES
Antes de tomar cualquier determinación, la inversión en seguridad requiere que analice muy bien los siguientes aspectos desde el punto de vista operativo:
5. Planes de incentivación a empleados, que mitiguen en gran medida la rotación de personal, la falta de eficiencia y filtración de información por parte de los uniformados.
6. Capacidad y robustez del departamento de operaciones, fijándose especialmente en la formación del equipo, la experiencia y conocimiento que tengan con la categoría de su objeto social y lo más importante: su capacidad de reacción.
7. Flexibilidad de los esquemas de seguridad, que no solo se adapten a las necesidades de su negocio, sino que la empresa debe contar con personal que esté en permanente formación y capacitación.
8. Respuesta operativa ante todos y cada uno de los esquemas que se determinan en el plan estratégico de riesgos y administración de la seguridad. Este plan además debe complementarse con la dotación de equipos electrónicos de última tecnología.
Los criterios administrativos y operativos le proporcionan un panorama más extenso sobre las ventajas de contratar ciertas empresas de seguridad, porque dan cuenta de la capacidad operativa y los valores agregados con que contará su compañía con dicha contratación. Esperamos que esta información haya sido de gran utilidad en el proceso de selección de su próximo proveedor de seguridad privada; no olvide inscribirse a nuestro blog para estar al tanto de nuevos y más especializados contenidos que estaremos publicando periódicamente.