Las sospechas empezaron en el sector residencial en barrios como Santa Bárbara y Usaquén donde residentes que habían sido robados en sus casas empezaron a notar símbolos iguales marcados en las mismas.
Las marcas o símbolos parecen tener el objetivo de identificar ingresos alternativos a viviendas: callejones, puertas alternas, etc.
Aunque este nuevo modus operandi ha llamado mucho la atención a la policía y empresas de seguridad encargadas de estos barrios, ya que el uso de símbolos es normal entre bandas para marcar territorios de venta de drogas, pero no para robos residenciales, otros expertos aseguran que esto está ocurriendo desde hace décadas en Bogotá: Los códigos están unificados a nivel de sectores donde bandas criminales se dedican solo al atraco de residencias.
Lo otro es que estas bandas de criminales residenciales están aliados con servicios de guardas de seguridad en porterías y con agentes de los servicios públicos con los cuales se genera un seguimiento a las rutinas de las víctimas. Las casas vacías si son marcadas con símbolos para ser atacadas. Es por esto que siempre se ha recomendado el uso de seguridad tecnológica para la seguridad de casas cuando los residentes no están: cámaras monitoreadas y sensores de movimiento son algunas alternativas que pueden funcionar.
Otras recomendaciones para evitar ser víctima de hurtos residenciales es contratar una empresa de seguridad privada reconocida - no servicios de vigilancia aleatorios sin ninguna regulación ni entrenamiento a sus guardas - e informar a la policía o empresa de seguridad contratada sobre personas, motos o vehículos sospechosos.