Durante el último año, hemos tenido la oportunidad de reunirnos con los directores financieros y de seguridad de grandes compañías de diferentes industrias: comercio al detal, banca, Infraestructura y petroquímicos, gas y alimentos.
En estos diferentes sectores existe una gran presión en buscar ahorros o en hacer más eficientes sus operaciones, lo que hace mucho más complejo el poder realizar inversiones de capital (CAPEX) en rubros que no son parte del fin principal “CORE BUSINESS” de un negocio comercial. Una opción para generar liquidez, son las inversiones asociadas al mantenimiento y otros gastos operativos (OPEX).
Pero antes que todo debemos tener claridad de los conceptos mencionados:
CAPEX es la abreviatura de la expresión Inglés Capital Expenditure (gastos de capital) y es la cantidad de dinero gastado en la adquisición (o mejora) de los bienes de capital de una empresa en particular. El CAPEX es por lo tanto la cantidad de inversiones en equipos e instalaciones con el fin de mantener la producción de un producto – servicio o para mantener funcionando un negocio o un sistema particular.
Por el contrario, el OPEX, se refiere a los costos asociados con el mantenimiento de equipos y gastos de consumibles y otros gastos de funcionamiento necesarios para la producción y el funcionamiento del negocio o del sistema. Por ejemplo, la compra de una máquina es CAPEX, mientras que el costo de mantenimiento
es OPEX.
En la practica esto quiere decir que la opción del CAPEX supone que dispongamos de los recursos financieros necesarios al principio y que no los emplearemos para otros fines. Desaprovechando oportunidades de invertir en el
“CORE BUSINESS” Esa inversión se tiene que dotar de las provisiones correspondientes para adquirir un buen equivalente después de la vida útil del bien industrial.
La opción del OPEX supone al contrario que pagamos una cuota mensual por el bien que adquirimos. Esa cuota se puede dividir en una cuota mensual que pagamos al proveedor del bien.
Estos elementos generan pistas para encontrar oportunidades que nos permitan presentarle a la organización fórmulas para mejorar el impacto positivo de la seguridad y la renovación de tecnología, como: Definir un mapa de largo plazo del uso y corriente tecnológica que se piensa utilizar.
Al NO utilizar CAPITAL DE TRABAJO de la organización para invertir en rubros que no sean de su CORE BUSINESS, generando un impacto positivo en los estados financieros de la empresa debido a que:
a. No afecta el endeudamiento
b. No afecta los Inventarios
c. No afecta la obsolescencia tecnológica
d. Sus presupuestos de Gastos se vuelven lineales.
En ejercicios realizados con casos reales hemos encontrado que después de 5 años, las organizaciones pueden tener eficiencias entre un 15% y un 20% lo que les permitiría presentar un caso de negocio exitoso a la organización con beneficios tangibles en la reducción de sus costos actuales de operación, mantenimiento y tecnológicos ya que podemos incorporar mayores capacidades y absorber la obsolescencia tecnológica de su infraestructura.