El 2013 dejó una alerta para las autoridades frente a las altas cifras de robos de celulares en Colombia. Según la última encuesta de seguridad y convivencia hecha por el Departamento Nacional de Estadística, DANE, este sigue siendo el artículo más robado en Colombia.
Durante el último periodo del año pasado 1 millón 100 mil personas denunciaron ante las autoridades el hurto de sus teléfonos celulares, cifra que se considera puede ser superior si se tiene en cuenta que en la mayoría de los casos los ciudadanos víctimas no recurren ante la policía para efectuar el debido proceso de la denuncia. Y es precisamente este tema el que más preocupa a las autoridades competentes, pues siguiendo con los datos de esta encuesta, el 24,8 de los encuestados manifestaron preferir no acudir a la Policía y efectuar denuncias. Esta cifra deja ver un notable desinterés por querer contribuir a la seguridad ciudadana.
Es preocupante este hecho ya que según el consejero presidencial para la seguridad y convivencia, Francisco Lloreda, en uno de sus informes presentados en Marzo de 2013, este fenómeno lo interpreta como una muestra de los altos índices de desconfiabilidad, y la poca credibilidad que tiene la ciudadanía para con la Policía. De igual forma el temor a la denuncia por la temida represaría de los delincuentes, puede ser otro de los factores que influyen a la hora de tomar la decisión de entablar el debido proceso ante el hurto.
Sin embargo, también agrega que esto sucede en la comunidad por el desconocimiento de los procesos correctos de la denuncia o porque ven en este derecho judicial un procedimiento engorroso y de mucha tramitología.
La cuestión es que muchas de las estrategias y metas puestas desde el Ministerio de Defensa, La Policía Nacional y la participación de quienes aportan con políticas de convivencia ciudadana, son basadas en estos indicadores que se presentan anualmente. Ahora bien, cómo trabajar sobre medidas y estadísticas no tan fidedignas si, según el mismo DANE, el 72% de los colombianos prefiere NO hacer la respectiva denuncia frente a casos de extorción, hurtos y/o riñas callejeras.
Para tomar medidas frente a acciones delincuenciales y, sobre los mismos delincuentes, es necesaria la participación ciudadana y su solidaridad para que las autoridades puedan tomar acciones al respecto para poder combatir con más agilidad, prontitud y, sobre todo, con rigor cada uno de los casos denunciados.
El denunciar es un proceso que contribuye no solo al desarrollo de medidas correctivas frente a un delito, sino que permite erradicar modos delincuenciales y, en la misma medida, ayuda a que las acciones puedan ser más asertivas para combatir la delincuencia.
Dejar la pasividad y el temor como ciudadanos nos hace solidarios con quienes sufren como víctimas. En manos de los ciudadanos está ponerle freno a las acciones delictivas y criminales del entorno en el que día a día nos movemos.