En Bogotá está apareciendo un nuevo tipo de delincuencia que aumenta considerablemente la percepción de inseguridad en la capital: el uso de la violencia para cometer actos delictivos.
La mayoría de los autores de estos hurtos violentos son reincidentes por porte de armas corto punzantes o por porte de estupefacientes. Es urgente que estos delincuentes sean sacados de las calles con sentencias ejemplares.
Las autoridades hacen énfasis en que las mismas estrategias utilizadas para reducir el homicidio en Bogotá, sirven para reducir el hurto. Afirman que la clave está en atacar las estructuras donde los objetos robados son recibidos y vendidos.
Hay que desmantelar el negocio que hay alrededor del hurto en Bogotá.
Se estima que un país debe tener un promedio de 65 jueces por cada 100,000 habitantes para que los delincuentes reciban sentencias ejemplares y cumplan sus condenas completas. En Colombia, esto está lejos de verse pues solo hay 10 jueces por cada 100,000 habitantes…esto quiere decir que no hay quien atienda las capturas como se requiere y les haga seguimiento a las grandes bandas delincuenciales.
Importante ver para comparar: El homicidio y las cifras alarmantes en Bogotá durante 2018
El aumento de hurtos violentos registrados también se debe a que ahora se pueden hacer denuncias virtuales, entonces la ciudadanía denuncia más (pasaron de un 40% a un 92%).
Es preocupante el aumento de uso de arma blanca (en proceso de regulación en el congreso), ya que solo en Bogotá se han presentado 110,000 en 2019 comparendos por su porte ilegal.
Duele saber que los capitalinos vivimos en una ciudad donde cada vez se percibe más un ambiente de violencia pues los delincuentes casi siempre van armados y están dispuestos a matar hasta a un bebe por llevarse cualquier cosa que puedan vender. Esto es hasta entendible si vemos que robándose un celular diario de lunes a viernes, se ganan hasta dos salarios mínimos.
La oleada de hurtos violentos está ocurriendo en toda la ciudad, con Suba (1895), Kennedy (1853), Chapinero (1751), Engativá (1685) y Usaquén (1600) como los barrios con índices más altos de hurtos en lo que va del año.
Bogotá ha vivido un mes de marzo negro y esta situación no va a mejorar pronto pues las cifras prometen crecer.