Algo que es cierto y que muy posiblemente la mayoría de los colombianos no creen o mejor, no quieren creer, es que el coronavirus llego para quedarse. Así ha pasado con muchos virus y pandemias alrededor del mundo y a través de la historia de la humanidad.
Los gobiernos de los diferentes países afectados, incluido Colombia, están enfocados en aplanar la curva, pero esto no hará que el virus se vaya. Además, para aplanar la curva como lo han logrado China y Corea requiere de enormes inversiones inalcanzables para Colombia.
Los colombianos esperan ansiosos el fin de la cuarentena y esta llegara pronto, pero si la velocidad de propagación comienza a aumentar, volveremos a encierros intermitentes. Así fue el caso de Singapur, que logró aplanar la curva y al salir de las cuarentenas y medidas preventivas, la velocidad de contagio aumentó y tocó volver a cerrar.
El ideal y lo que buscan todos los gobiernes es que el RO (cantidad de personas que una persona contagia) este por debajo de 1, como es el caso de Alemania.
Otra de las esperanzas con poca luz al final del túnel es la de la vacuna. Los gobiernos alrededor del mundo esperan poder tener una vacuna en los próximos dos años. Esto es casi imposible si miramos el tiempo que tomó la llegada de vacunas de otros virus en el mundo.
Varicela se demoró 28 años y el rotavirus 15 anos, ya que el tiempo promedio de desarrollo de una vacuna es de 10 años.
Entonces qué hacer: Adaptarnos al Nuevo Normal, y este nuevo normal podría considerarse un mundo figital o un mundo hibrido entre lo físico y digital. La normalidad de antes ya nunca volverá.
Ejemplos de este nuevo normal son aspectos de la vida cotidiana como los domicilios, tener que hacer reserva para ir a una playa, las mesas de los restaurantes serán solo para dos personas y adentro de cabinas. Es decir, que habrá un rediseño del espacio social y experiencial.
Otros aspectos como el regreso de los cubículos a las oficinas, tomas de temperatura permanente, pasaportes de inmunidad por colores para medir el nivel de riesgo de las personas (rojo, verde, amarillo), distanciamiento social en transporte público, filas para todo, sistemas de pago sin tocar nada, y en general todo esto se resume en que la salud publica estará por encima de la privacidad de las personas y siempre pensaremos que la otra persona está infectada y uno no.
¿Y cuál es el rol de la seguridad en este Nuevo Normal?
- Labor de prevención para disminuir el riesgo de contagio al interior de las empresas: la importancia de la rapidez del testeo.
- Generar confianza a empleados, usuarios y clientes de nuestros clientes
- Diseñar y ejecutar procedimientos de operación estandarizados y ágiles para casos de contagios.
- verificación de estado de salud individual al ingreso de instalaciones
- Recolección y análisis de datos para cumplir con requisitos de bioseguridad.
- Análisis de riesgo a través del Big Data: diseño de pasaportes de salud, trazabilidad de ubicación y acceso de personas en las instalaciones y dashboards que reflejan el estado de la seguridad.
- Descontaminación de espacios: Disminuir puntos de contagio del virus a través de los espacios para mantener la confianza de empleados y clientes reduciendo costos.
- Control de acceso sin contacto
- Detección de temperatura a gran escala, con cámaras térmicas
- IOT para control de densidad de visitantes y distanciamiento social.
Entre más rápido aceptemos este nuevo normal e implementemos estrategias de bioseguridad robustas y que cumplan con los protocolos exigidos por el gobierno, más rápido podrán reactivarse las empresas colombianas.
Al final, lo más importante de todo este aporte de la seguridad al nuevo normal es evitar que se contagie una sola persona dentro de una empresa pues de ser así, esta tendrá que cerrar sus operaciones y asumir grandes pérdidas que de por sí ya vienen acumuladas durante este primer semestre de 2020.