Como empresa o como ciudadanos, está más que claro que queremos ver reflejados resultados precisos y efectivos de la operatividad que ejerce el gobierno, a través del Ministerio de defensa mediante entes expertos y encargados de la seguridad de nuestro país.
La policía nacional por ejemplo, año tras año implementa políticas de seguridad ciudadana y sana convivencia, con el fin de contrarrestar los altos índices de criminalidad y vandalismo que dejan cientos de víctimas.
Frente a los indicadores anuales, las autoridades toman acciones correctivas y preventivas para fortalecer y garantizar la seguridad de los colombianos. Dichas acciones involucran no solo al personal de la Policía Nacional, sino a líderes comunales y a la misma ciudadanía.
Esa constante búsqueda por hacer de cada espacio un lugar más seguro, surgieron soluciones como el esquema de seguridad por cuadrantes, lineas de atención ciudadana más eficaces, programas de prevención y promoción para la inseguridad, y hasta programas en medios de comunicación.
Mientras que por otroa lado, la fuerza pública, vio en el circuito cerrado de televisión una herramienta que fortalecería los esquemas y las políticas de seguridad ciudadana y de convivencia. En Bogotá, por ejemplo, el gobierno distrital invirtió en la compra e instalación de 390 cámaras de vigilancia que, bajo una estructura de CCTV para La Policía, terminarían siendo la alternativa para mitigar la inseguridad de la ciudad.
Sin duda alguna, este proyecto implementado en la capital desde 2005, ha contribuido a la seguridad, y ha hecho un poco menos difícil la tarea y la prontitud de la Policía en cada uno de los casos. Sin embargo hay quienes consideran que no es suficiente el número de cámaras, pues se necesita una cantidad más amplia para poder hacer un cubrimiento casi que total de la ciudad y así obtener mayores resultados.
Pese a lo anterior, la video vigilancia ha sido clave en procesos como el del Agente James Terry Watson, el accidente del SIPT que dejó tres personas fallecidas en Usme, el atentado contra Fernando Londoño, y hasta el caso del menor asesinado por comprar con un billete de 20 mil pesos falso. Situaciones que dejaron ver la efectividad y funcionalidad de dichos mecanismos a la hora de prescindir de pruebas que esclareciron los hechos.
Por otro, visto por las autoridades como un refuerzo de seguridad para las localidades, están las cerca de 50.000 cámaras de video vigilancia, que no tienen nada que ver con la red distrital, pero que se encuentran instaladas principalmente en edificios, oficinas, bares, centros comerciales, tiendas de barrio, bancos y conjuntos cerrados. Esta cantidad de cámaras son operadas por particulares y en la misma medida han funcionado como un sistema que contribuyen a la seguridad de propietarios y ciudadanos.
Dejar de lleno la seguridad en manos de las autoridades, no es del todo tan eficiente, quizás sea esta una razón por la cual la video vigilancia haya dado un paso agigantado. La tecnología sin duda ha dado la funcionalidad de protección y disminución de la inseguridad en la ciudad.
Asesinatos, sobornos, captura de bandas criminales, y hasta conocer la operatividad de delincuentes, han sido algunos de los resultados de la video vigilancia en la capital y, que sin duda alguna, estos casos delictivos ocurridos en Bogotá pusieron en estado de alarma a las autoridades para que fueran más drásticos con las soluciones frente a cada uno de estos episodios, pues la frialdad con la que se movían estos vándalos quedaron enmarcadas en las pantallas.
La seguridad la construimos y hacemos todos: autoridades públicas, empresas privadas, líderes y ciudadanos. La Video Vigilancia es un sistema que le dará fuerza al esquema de seguridad de su compañía o negocio, además de proteger las 24 horas del día y en tiempo real sus instalaciones.