La seguridad ciudadana se entiende como la acción integrada que desarrolla el Estado, con la colaboración de la ciudadanía y de otras organizaciones de bien público, destinada a garantizar la convivencia pacífica en Colombia, mediante la erradicación de la violencia, la utilización pacífica de vías y espacios públicos, así como la mitigación de suscitación de delitos. Sin embargo de un tiempo para acá este concepto se ha ampliado drásticamente abarcando también, el papel que desempeña la cultura de seguridad preventiva que promueven las empresas de seguridad privada.
Hablar de seguridad ciudadana implica casi de forma automática hablar de una autoridad que ordene y garantice dicha seguridad, pero con la revolución del papel que el colombiano desempeña en la sociedad, es necesario indagar sobre varios aspectos que ayuden a comprender por qué los ciudadanos de nuestro país promueven una cultura no solo más cívica, sino más segura.
El ciudadano cumple el papel más importante en la seguridad ciudadana, pues además de legitimar democráticamente las formas de autoridad de nuestro país (poderes públicos, fuerzas policiales, ejército, seguridad privada), contribuye moderando sus propias acciones, denunciando actividades ilícitas, organizándose en asociaciones de prevención y concienciación.
La forma en que los ciudadanos hoy en día participan activamente en el acondicionamiento de la seguridad, es por medio de los frentes de seguridad; los cuales hoy en día propician el cultivo de prácticas que le ayudan al Estado a mantener la seguridad ciudadana, o dicho en otras palabras, evitar la inseguridad ciudadana. Las prácticas en las que coopera la cultura de seguridad ciudadana con el estado son:
- Prevención del delito: En la mayoría de legislaciones, es el Estado quien tiene los medios necesarios para evitar la comisión de cualquier tipo de delito o falta. El principal medio del que dispone son las fuerzas policiales, que haciéndose valer de la autoridad que poseen actúan allí donde sea necesario para proteger al ciudadano.
- Investigación del delito: Esta le permite a la Justicia descubrir y condenar al culpable. Para ello, la policía trabaja dentro de los límites que marca la ley, y así descubrir a los sospechosos de la comisión de cierto delito, aportando las pruebas necesarias para su enjuiciamiento.
- Ordenación de los espacios públicos: La afluencia de un gran número de personas a un evento, como conciertos, manifestaciones o eventos deportivos, puede resultar peligroso si no se controla a la masa de gente. La administración asegura a través de normativas e inspecciones técnicas, que el espacio reservado para dicho evento tiene todas las garantías de seguridad para soportar el número de personas que asisten: accesos, protección contra incendios, alarmas, etc.
Papel de la vigilancia privada en la seguridad ciudadana
Para la seguridad ciudadana en Colombia se aplica la Política Nacional de Seguridad y Convivencia Ciudadana (PNSCC), que es el resultado de un proceso de planeación interinstitucional liderado por la Presidencia de la República, donde se promueve “la protección universal a los ciudadanos frente a aquellos delitos y contravenciones que afecten su dignidad, su seguridad personal y la de sus bienes, y frente al temor a la inseguridad”.
Áreas de la Seguridad y la Convivencia Ciudadana
Fuente: Política Nacional de Seguridad y Convivencia.
Sin embargo por circunstancias diversas, en Colombia la fuerza pública concentra principalmente su atención en los delitos de alto impacto y en menor escala atiende los conflictos ciudadanos que afectan la convivencia. En este punto es donde cobra gran valor el papel que viene desempañando el sector vigilancia y seguridad privada; que ha crecido vertiginosamente, para subsanar el déficit de atención por parte del sector público, cuidando la integridad y los bienes de los particulares.
Labor llevada a cabo a través de mecanismos y medios como las armas, (antes de uso exclusivo de los miembros de la seguridad pública), pero sobretodo con la promoción de tácticas de seguridad preventiva, que resultan ser más efectivas que las de seguridad reactiva, tienen mayor impacto en el retorno de inversión y además son fácilmente adoptadas por los ciudadanos.