Este 2016 trae consigo una devaluación bastante amplia de la moneda nacional, y un Dólar que hoy se encuentra entre los $2.900 y $3.200. El impacto de esas alzas impacta considerablemente las importaciones y exportaciones (pilares esenciales para el sostenimiento económico no solo de Colombia sino de latinoamérica), y afectando también a las empresas de seguridad y vigilancia privada.
¿Cómo afecta esto a las empresas de seguridad y vigilancia privada?
A pesar de que no todas las líneas económicas se han visto afectadas, y algunos sectores económicos pueden sacar ventaja de la situación, el gobierno nacional debe considerar hacer énfasis en la implementación de medidas de seguridad a la vanguardia del sector para las empresas, ya sea en tecnología y/o seguridad física (aplicable a todos los sectores de la sociedad).
Con la devaluación del peso, además se limita la operación y/o ejecución de las importaciones de insumos, maquinaria, repuestos, entre otros (se deberá inevitablemente trasladar una gran cantidad de esos costos a clientes y consumidores finales, al igual que la reducción de los mismos) dentro del cual e históricamente siempre uno de los primero en someterse a reducción es el servicio de seguridad y vigilancia privada, lo cual según los expertos es una de las fallas más grandes y comunes dentro de las organizaciones a la hora de afrontar una crisis, ya que en ningún momento es recomendable dejar de lado la seguridad.
Algunos empresarios lo han venido entendiendo y por eso hoy en día, antes de tomar la decisión de recortar presupuestos en su seguridad, evalúan una serie de opciones tecnológicas que apoyen la seguridad física para generar una mayor eficiencia de los servicios de vigilancia y seguridad privada.
Teniendo en cuenta que todos y cada uno de los sectores de la economía nacional requieren mantener salvaguardados sus activos, seguras sus instalaciones, a salvo a sus colaboradores, la seguridad en Colombia se encuentra en la capacidad de soportar la actual situación económica nacional, siempre y cuando todas las partes estén dispuestas a buscar y aplicar las mejores alternativas de seguridad, y estas sean aplicadas de acuerdo a las normas que para cada caso se requieran.